Porque a veces reducir es ganar (en salud)

Doctora Brasó
Antes y después mamoplastia de reducción
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Si siempre has tenido el busto grande sabrás las molestias que puede comportar: dolor de espalda y cuello, dificultades respiratorias… Por no mencionar la incomodidad y la falta de harmonía corporal que pueden implicar. Descubre cómo puede ayudarte la Dra. Cristina Brasó: la mamoplastia de reducción es la solución.

Mamoplastia de reducción: otra forma de conseguir un busto harmonioso

Cuando se habla de intervención de pecho, normalmente pensamos en un aumento, pero la mamoplastia de reducción es también una cirugía muy solicitada. En ocasiones, para conseguir una figura más equilibrada, una mujer requerirá de esta operación. Aunque no solamente se trata de una cuestión estética; en muchos casos, reducir el tamaño de unas mamas excesivamente grandes es necesario para ganar en comodidad y, sobre todo, en salud. Puede ayudar a evitar muchas molestias tales como dolor de cuello o espalda, irritaciones en la piel o incluso dificultades respiratorias.

La mamoplastia de reducción consigue reducir el volumen del pecho extirpando grasa, tejido mamario y piel, para obtener unas mamas equilibradas, más ligeras, firmes y bonitas. En algún caso, además, se puede traspasar grasa extraída de otra parte del cuerpo e inyectarla en el músculo pectoral. De este modo, el polo superior del pecho no se ahueca tanto, algo muy frecuente en pechos excesivamente grandes, que suelen tender a la flacidez.

Igual que en la operación de aumento, en este caso se requiere de anestesia general, una noche de ingreso y de una recuperación de unos 10 días para poder volver al trabajo con absoluta normalidad.