Toxina botulínica en medicina estética: los aspectos clave

Doctora Brasó
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Desde que empezó a usarse como tratamiento estético, la toxina botulínica se ha convertido en un tratamiento muy popular, siendo uno de los procedimientos con más demanda en la medicina estética. En la clínica de la Dra. Brasó, utilizamos el bótox cosmético Azzalure, una de las marcas autorizadas en España para su uso cosmético. Éste contiene una sustancia, la toxina botulínica A, que provoca que los músculos se relajen, actuando sobre la unión entre los nervios y los músculos de manera que bloquea la liberación de un mensajero químico llamado acetilcolina a nivel de las terminaciones nerviosas. Este fenómeno impide la contracción muscular. La relajación del músculo es temporal y se recupera gradualmente. La acción de la toxina botulínica Azzalure es popular no sólo porque minimiza las líneas y arrugas causadas por la expresión facial, sino que también tiene un efectos indirectos como son la elevación de las cejas y la disminución del aspecto de rostro cansado y enfadado. La correcta aplicación de la toxina botulínica produce grandes satisfacciones tanto a los pacientes como al médico estético. Señalamos a continuación algunos puntos clave relacionados con el tratamiento:
  • La aplicación no es dolorosa y dura menos de 30 minutos.
  • Su efecto tiene una duración entre 3 a 6 meses.
  • Los resultados son progresivos, comenzando a notar el efecto a partir del segundo día.
  • Trascurridos 15 días, realizaremos una evaluación en la consulta.
  • Se puede aplicar en cualquier época del año.
  • Inmediatamente después del tratamiento, no deben realizarse ejercicio físico ni acostarse antes de 6 horas.
La aplicación de la toxina botulínica se puede realizar en combinación con otros tratamientos médico estéticos como láser, peeling o ácido hialurónico. Además, tiene otras aplicaciones como el tratamiento de la hipertrofia de los músculos maseteros de la mandíbula para corregir el bruxismo, para la hiperhidrosis o sudoración excesiva en axilas o manos, para la migraña, etc. Es un tratamiento personalizado, donde se realiza una evaluación médica para así determinar los puntos de aplicación y las dosis de toxina botulínica a utilizar. Es fundamental entender las expectativas de cada persona y recordar siempre que como médicos estéticos debemos buscar el equilibrio y la armonía facial.