La reducción mamaria es una intervención que mejora la calidad de vida de muchas mujeres. Al reducir el volumen del pecho, permite recuperar el confort corporal, aliviar molestias como el dolor de espalda o la sobrecarga cervical, y aportar una postura más equilibrada.
Más allá del cambio estético, esta cirugía contribuye a mejorar el bienestar integral de la paciente. En Clínica Brasó, la realizamos con criterios médicos rigurosos, adaptados a cada paciente, para garantizar resultados seguros, armónicos y duraderos.
El éxito de una reducción mamaria empieza mucho antes del quirófano. Una buena indicación médica, una planificación quirúrgica detallada y el acompañamiento profesional durante todo el proceso son aspectos clave para que esta experiencia sea positiva desde el primer momento.
Cada paciente y caso son únicos. Por eso, en Clínica Brasó realizamos una evaluación médica personalizada que permite adaptar la técnica a las características físicas, necesidades y objetivos de cada paciente.
En una reducción mamaria, la técnica quirúrgica y la experiencia del cirujano son claves para lograr buenos resultados y minimizar riesgos. Existen distintas técnicas para reducir el tamaño del pecho, y la elección depende de la anatomía de la paciente, el volumen a reducir y sus preferencias.
La técnica que usamos en los procedimientos es la incisión en T invertida. Aseguramos el mejor resultado para las pacientes, pues en Clínica Brasó contamos con la trayectoria necesaria para anticiparnos a posibles complicaciones y actuar con precisión. Gracias a nuestra experiencia, podemos reducir el tiempo de cirugía, mejorar la cicatrización de las incisiones y disminuir los riesgos asociados a la anestesia y al postoperatorio.
Elegir el centro médico y el cirujano idóneo es tan importante como decidirse por la intervención, pues la combinación de una técnica adecuada y manos expertas es lo que realmente garantiza una reducción mamaria segura y con resultados naturales.
La reducción mamaria no solo alivia síntomas físicos: también ayuda a recuperar la seguridad, facilita la actividad física y mejora la percepción corporal. Muchas pacientes expresan que se sienten más cómodas con su imagen y con mayor libertad para moverse y vestirse.
El resultado es una mejora tangible, tanto funcional como emocional, con beneficios que se prolongan en el tiempo.
Los beneficios de la reducción mamaria van mucho más allá del aspecto físico. Esta intervención mejora notablemente la calidad de vida de las pacientes, tanto a nivel funcional como emocional.
Entre los principales beneficios de la reducción mamaria destacan:
Ver también: Aumento de pecho: técnicas actuales con y sin implantes
Con el tiempo, la evolución del pecho es la natural y esperada. Para ello, en Clínica Brasó realizamos un seguimiento regular con el objetivo de ayudarte a conservar los resultados esperados y resolver cualquier duda que pueda surgirte. Nuestro compromiso es estar contigo antes, durante y después de la cirugía.
Previamente a la intervención, revisamos tu historial médico, resolvemos todas tus dudas y realizamos las pruebas necesarias para garantizar tu seguridad. Queremos que tomes decisiones informadas, con plena confianza en el procedimiento y en el equipo que te acompaña.
Tras la cirugía, te proporcionamos instrucciones detalladas para cuidar la zona intervenida y favorecer una recuperación rápida y sin complicaciones. Estaremos a tu lado en cada revisión para valorar los avances y adaptar las indicaciones con tal de acompañar tu evolución.
El postoperatorio de una reducción mamaria es una fase clave para garantizar unos buenos resultados. En Clínica Brasó te acompañamos con un plan de recuperación estructurado y adaptado a tus necesidades.
Estas son algunas recomendaciones esenciales para una recuperación segura y eficaz:
Una recuperación progresiva y cuidada no solo reduce el riesgo de complicaciones, sino que asegura una mejor evolución estética y funcional. Nuestro equipo estará a tu lado en cada etapa para ayudarte a lograrlo.
La recuperación después de una reducción mamaria requiere atención, reposo y seguimiento médico adecuado para asegurar una evolución favorable y minimizar riesgos. Además de los controles clínicos, los tratamientos complementarios aceleran el proceso de curación y mejorar el resultado estético final.
Compartimos algunas recomendaciones clave durante el postoperatorio:
Utiliza sujetador postquirúrgico sin aros durante al menos 4-6 semanas.
Evita levantar peso o hacer esfuerzos físicos intensos durante el primer mes.
Duerme boca arriba y con el tronco ligeramente elevado durante los primeros días.
Mantén la zona limpia y seca, siguiendo las indicaciones de higiene de la clínica.
Realiza drenaje linfático manual si lo indica tu cirujano, para reducir la inflamación.
Considera sesiones de ultrasonido terapéutico para mejorar la circulación y acelerar la recuperación.
Ver también: Ventajas y limitaciones sobre el aumento de pecho con lipofilling
El postoperatorio tras una reducción mamaria es tan importante como la misma cirugía. Para favorecer una recuperación más rápida, cómoda y que dé los mejores resultados estéticos, en Clínica Brasó ofrecemos un plan complementario de 8 sesiones de ultrasonido drenaje linfático.
Este tratamiento avanzado de recuperación posquirúrgica ayuda a:
El ultrasonido de baja frecuencia es un tratamiento complementario que acelera la recuperación después de una reducción mamaria. Sus beneficios incluyen la disminución de la inflamación, la reabsorción de hematomas y edemas, y la mejora de la circulación en la zona intervenida, lo que favorece una cicatrización más rápida y cómoda.
El drenaje linfático es una técnica eficaz para reducir la hinchazón y prevenir la fibrosis tras la cirugía. Estimula el sistema linfático, mejora la eliminación de líquidos y toxinas, reduce la sensación de pesadez y acelera la recuperación, proporcionando mayor confort a la paciente durante el postoperatorio.
La cantidad de tejido mamario que se puede reducir varía en función del punto de partida de cada paciente y de sus objetivos estéticos y funcionales. En la mayoría de los casos, se pueden reducir entre una y tres tallas de copa, siempre valorando la proporción corporal y las necesidades médicas.
Previo a la cirugía determinamos el volumen a retirar según el exceso de tejido, la forma del pecho y la estructura corporal, buscando un resultado armonioso y natural. Además, en casos con dolor de espalda o problemas posturales, la reducción se adapta también a criterios médicos.
Una reducción mamaria es una excelente oportunidad para sentirte mejor contigo misma. En Clínica Brasó te ofrecemos un entorno médico seguro, un equipo con experiencia contrastada y un enfoque cercano, humano y profesional.
Desde el primer día, te acompañamos en cada paso con honestidad, conocimiento y compromiso. Pide tu cita ahora y da el primer paso hacia tu bienestar.
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