Cirugía íntima

procedimientos destinados a corregir o mejorar la apariencia y funcionalidad de los genitales externos.

La cirugía íntima femenina engloba distintos procedimientos destinados a corregir o mejorar la apariencia y funcionalidad de los genitales externos. Incluye intervenciones como la labioplastia, la liposucción de pubis o el lipofilling de labios mayores. Se realiza por motivos estéticos, tras embarazos o por molestias funcionales. Su objetivo es mejorar la autoestima, la comodidad y la calidad de vida de la paciente.

Labioplastia: La labioplastia o reducción de labios menores es un procedimiento quirúrgico que tiene como objetivo reducir el tamaño o modificar la forma de los labios internos de la vulva. Suele realizarse por dos motivos principales: mejorar la estética cuando los labios son excesivamente prominentes o aliviar molestias físicas que pueden causar incomodidad o dolor durante la realización de actividades cotidianas.

Lifting de pubis: El lifting de pubis es una cirugía estética que mejora el aspecto del monte de Venus, tratando no solo el exceso de grasa, sino también la flacidez de la piel en la zona. Puede combinar liposucción para reducir el volumen mediante la resección de piel para tensar el área. El resultado es un contorno púbico más firme y definido, que contribuye a una mejor armonía corporal y a un aumento de la confianza del paciente.

Lipofilling de labios mayores: El lipofilling de labios mayores es un tratamiento que consiste en rellenar esta zona con grasa del propio cuerpo, normalmente extraída del abdomen o los muslos. Su objetivo es recuperar o aumentar el volumen perdido por la edad, la pérdida de peso o factores individuales. El resultado es una apariencia más rejuvenecida y natural, con el beneficio añadido de proteger los labios menores. Al usar tejido propio, se minimizan los riesgos de rechazo o alergias.

Cirugía íntima

Tipo de intervención

La intervención se lleva a cabo en un entorno quirúrgico estéril, bajo anestesia local con sedación o anestesia general, en función de la extensión del procedimiento y del perfil clínico de la paciente.

Cirugía

Entre 45 y 90 minutos

Recuperación

6 semanas.

cirugia intima

¿Cómo se realiza la intervención?

La cirugía íntima comprende técnicas quirúrgicas específicas que requieren de un conocimiento detallado de la anatomía genital femenina y de una ejecución precisa. Dependiendo del procedimiento, la intervención se planifica individualmente tras una evaluación clínica exhaustiva.

La intervención se lleva a cabo en un entorno quirúrgico estéril, bajo anestesia local con sedación o anestesia general, en función de la extensión del procedimiento y del perfil clínico de la paciente.

Durante la cirugía

  • Marcamos los límites anatómicos con rigurosidad para preservar la funcionalidad y la sensibilidad de las estructuras.
  • Realizamos la resección o remodelación tisular mediante bisturí frío o electrobisturí, según el caso, con el objetivo de minimizar el sangrado y favorecer una cicatrización precisa.
  • Las técnicas de sutura empleadas suelen ser intradérmicas y con material reabsorbible, lo que evita la necesidad de retirada posterior y reduce la posibilidad de fibrosis visible.

La duración de la cirugía varía entre 45 y 90 minutos. El procedimiento es mayoritariamente ambulatorio. El seguimiento postoperatorio incluye control del edema, profilaxis antibiótica y recomendaciones específicas para la higiene y actividad física, con especial énfasis en evitar relaciones sexuales durante 4 y 6 semanas.

Recuperación de la cirugía

El postoperatorio de una cirugía íntima está diseñado para garantizar una cicatrización óptima, minimizar riesgos de complicaciones y preservar la funcionalidad y sensibilidad de la zona tratada.

  • Primeros días: es habitual la presencia de edema, molestias locales y leve hematoma. Se recomienda reposo relativo, aplicación de frío local intermitente y analgesia pautada.
  • Primera semana: la paciente debe mantener una higiene estricta y utilizar soluciones antisépticas suaves. Es importante evitar el uso de ropa ajustada y el contacto directo con fuentes de calor o humedad prolongada.
  • De la 2.ª a la 4.ª semana: aunque la inflamación va disminuyendo progresivamente, no se recomienda realizar ejercicio físico intenso, montar en bicicleta o mantener relaciones sexuales hasta la cicatrización completa, que suele alcanzarse entre la 4.ª y 6.ª semana.

Controles médicos

Se programan visitas postoperatorias para supervisar la evolución de la cicatrización, controlar la aparición de signos de infección o dehiscencia, y resolver posibles dudas clínicas.

Resultado final

El resultado estético y funcional de la cirugía íntima puede valorarse de forma definitiva a partir del tercer mes, una vez finalizado el proceso de maduración cicatricial.

Beneficios

La cirugía íntima ofrece beneficios tanto funcionales como estéticos y psicológicos. Sus beneficios están respaldados por criterios clínicos y una adecuada selección de pacientes.

Mejora funcional

  • Reducción de molestias asociadas al roce, especialmente durante el ejercicio, el uso de ropa ajustada o las relaciones sexuales.
  • Corrección de laxitud vaginal para mejorar la función muscular y, en algunos casos, la calidad de las relaciones sexuales.

Beneficio estético

  • Armonización de la anatomía genital externa, con resultados naturales y proporcionados.
  • Eliminación de asimetrías o hipertrofias que generan incomodidad o complejos estéticos.

Impacto psicológico positivo

  • Aumento de la autoestima y seguridad corporal.
  • Mejora en la percepción de la imagen íntima, especialmente en pacientes que han experimentado cambios debidos al envejecimiento, una pérdida significativa de peso o tras el parto.

Intervención personalizada y mínimamente invasiva

  • Técnicas quirúrgicas adaptadas a cada caso clínico.
  • Recuperación rápida, con bajo índice de complicaciones y sin alteración de la sensibilidad.

¿Cómo saber si eres una buena candidata?

La cirugía íntima está indicada en mujeres que presentan alteraciones anatómicas, funcionales o estéticas en la zona genital externa y que cuentan con un buen estado de salud general. La idoneidad debe evaluarse mediante una valoración médica individualizada.

Criterios clínicos habituales

  • Hiperplasia o asimetría de los labios menores que provoca molestias físicas o disconfort estético.
  • Laxitud vaginal tras partos o menopausia, así como pérdida de tono por envejecimiento.
  • Cambios anatómicos postparto que afectan la funcionalidad o imagen corporal.
  • Presencia de cicatrices o secuelas tras intervenciones previas o traumatismos.
  • Motivación clara, expectativas realistas y estabilidad emocional.

 

Factores a descartar

  • Patologías ginecológicas activas (infecciones, lesiones vulvares).
  • Trastornos psiquiátricos no estabilizados.
  • Expectativas desproporcionadas o búsqueda de resultados no alcanzables mediante cirugía.
  • Contraindicaciones anestésicas o quirúrgicas generales.

 

La valoración ginecológica y quirúrgica completa es esencial para garantizar la seguridad, eficacia y satisfacción con los resultados de la cirugía íntima

Impacto emocional en las pacientes

Someterse a una cirugía íntima implica no solo una decisión médica, sino también emocional. Por ello, es fundamental que la paciente se sienta segura a lo largo de todo el proceso y confíe en el equipo que la acompaña.

  1. Sentirse escuchada y comprendida
    La decisión de realizar una cirugía en la zona genital requiere un entorno clínico donde la paciente pueda expresarse sin miedo a ser juzgada, con total confidencialidad y respeto.

  2. Información clara y sin presiones
    Comprender el procedimiento, sus beneficios, posibles riesgos y alternativas no quirúrgicas fortalece la toma de decisiones informada y responsable.

  3. Acompañamiento continuo
    Desde la primera consulta hasta el seguimiento postoperatorio, contar con un equipo accesible y cercano genera tranquilidad y refuerza la confianza.

  4. Preservación de la intimidad y dignidad
    La cirugía íntima debe abordarse con máxima sensibilidad para asegurar que la paciente se sienta cuidada en todo momento, tanto física como emocionalmente.

Más allá del resultado estético o funcional, el verdadero éxito de la intervención radica en que la paciente recupere su bienestar, autonomía y seguridad personal.

Doctores especialistas en esta unidad

Dra. Cristina Brasó

Dra. Cristina Brasó

Dr. Juan Bernardo Schuitemaker

Dr. Juan Bernardo Schuitemaker

Dra Sonia Martín

Dra. Sonia Martín

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