Dra. Cristina Brasó, cirujana plástica pionera en España de la lipoescultura de alta definición con Vaser Lipo
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La lipoescultura de alta definición con Vaser Lipo ha supuesto la evolución de la lipoescultura y la revolución de la liposucción, pero ¿qué diferencias hay entre ambas técnicas? Esta es una de las primeras preguntas que se hacen las personas antes de someterse a cualquier cirugía de este tipo. En muchas ocasiones se utilizan ambos términos indistintamente cuando no debería ser así.
La liposucción, como su nombre indica, significa succión de grasa, se trata de una técnica que no va más allá. Antiguamente, la liposucción se realizaba con unas cánulas que aspiraban la grasa a una bomba de vacío. Hoy en día se han desarrollado tecnologías que permiten trabajar mejor los tejidos y obtener resultados más óptimos.
Con la lipoescultura se busca esculpir el cuerpo extrayendo la grasa de determinadas zonas y valorando su posible reinyección en otras. Por lo tanto, no solo se aspira la grasa, sino que además se realiza una remodelación del cuerpo a medida, redistribuyéndola para dar volumen a glúteos, pectorales, hombros, mamas… prescindiendo así muchas veces de los implantes.
En el ámbito de la lipoescultura, la Dra. Cristina Brasó, especialista en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora, ha sido pionera en España de una técnica revolucionaria con la que ha realizado más de 7.000 cirugías; o, como ella dice, ha conseguido que más de 7.000 personas se sientan mejor con su cuerpo. Esta técnica se trata de la lipoescultura de alta definición con Vaser Lipo. Como especialista en la materia, nos brinda respuesta a las dudas más comunes de sus pacientes.
La lipoescultura mediante la práctica de la tecnología Vaser es una técnica que está teniendo mucho éxito en los últimos años. El Vaser es un ultrasonido que permite deshacer mejor la grasa, coagular los vasos sanguíneos y facilitar su extracción con menos pérdida de sangre.
Además, esa grasa es mucho más útil como injerto para reinyectar en otras zonas del cuerpo. Por otro lado, el ultrasonido también retrae mejor la piel, por lo que resulta más fácil adaptarla a la nueva forma. Otra de las ventajas de esta tecnología es que la recuperación es muchísimo más rápida y con menos traumatismo de los tejidos. Para llevar a cabo esta técnica, además de la tecnología, es necesario tener elevada experiencia en su uso, así como un sentido muy artístico y holístico del cuerpo para valorar en cada caso y para cada persona cómo es mejor realizar el remodelado corporal.
Hacer una cirugía sin dolor es una verdadera revolución. Nuestro anestesista, el Dr. Juan Bernardo Schuitemaker, ha diseñado esta técnica, la cual lleva más de diez años practicando. Consiste en bloquear los principales nervios sensitivos que transmiten el dolor de todas las zonas intervenidas. Este bloqueo disminuye entre un 70% y un 90% la intensidad del dolor postoperatorio durante la fase aguda de la primera semana tras la operación. Utilizamos una anestesia mucho más segura con la que los pacientes casi no sufren, teniendo así un buen recuerdo del proceso.
Las células de grasa no se reproducen, lo que hacen es aumentar su tamaño. En las zonas intervenidas eliminamos parte de estas células, con lo cual, si el paciente engorda lo hará mucho menos en estas zonas donde, posiblemente, antes tenía más tendencia a engordar. Por lo tanto, el aumento de volumen resultará más armónico y acorde al nuevo cuerpo que le hemos esculpido. Evidentemente, cabe destacar que lo ideal es mantenerse tras la operación.
Es muy importante una valoración personalizada en cada caso para ver si el paciente es apto para practicarse esta intervención. En las zonas de piel flácida no es adecuado aplicar ningún tipo de técnica de lipoescultura. En esos casos, se puede valorar combinar la extracción de grasa con un poco de estiramiento de piel. Por el contrario, cuando se trata de una piel firme, el resultado es espectacular y no hay que tener miedo a la flacidez.
En caso de que no haya que extraer piel, las incisiones de la lipoescultura son milimétricas. Se esconden dentro del pezón, del ombligo o en la zona púbica, resultando prácticamente invisibles.
Antes de realizar la operación es muy importante que el paciente tenga unas expectativas reales, ver que las entiende y las acepta. Igualmente, ha de tener un buen estado de salud y no presentar sobrepeso.
A la hora de realizar una lipoescultura, lo más frecuente es que se remodelen cuatro o cinco zonas a la vez. En estos casos, la intervención suele durar alrededor de tres horas y se necesita una noche de ingreso. Para la recuperación, implantamos un protocolo recuperatorio durante diez días, aunque muchos pacientes a la semana ya están trabajando. Normalmente recomendamos ejercicio físico intenso a partir del mes, que es cuando ya pueden retirar la faja. La lipoescultura de alta definición con Vaser Lipo permite un cambio muy rápido, y se consigue un aspecto realmente natural alrededor de los tres meses.